Las orquídeas están consideradas desde hace tiempo como uno de los especímenes más bellos de la naturaleza. Y al mismo tiempo, han inspirado todo tipo de creaciones: canciones, cuentos, poemas, investigaciones, pinturas, entre otros. La palabra "orquídea" se ha utilizado para nombrar barrios, calles, empresas e incluso competiciones. Incluso se utiliza como nombre propio.
Una persona que quedó cautivada por la perfección de las orquídeas fue Charles Darwin. Escribió dos libros sobre orquídeas. En el que explicó la estrategia de su eficiente polinización. Esto dio lugar al inicio de la investigación, que analizó las extravagantes formas de las flores de las orquídeas.
Algunas opiniones
Durante mi viaje por el mundo de las orquídeas, me di cuenta de que algunos expertos en botánica afirman que el gusto por las orquídeas se debe a su parecido con el aparato reproductor femenino. ¿Es esto cierto?
¿Por qué nos gustan tanto las orquídeas?
¿Por qué nos gustan tanto las orquídeas? Fuente:
La imagen que acompaña a este texto es de la orquídea Phalaenopsis. Algunos dicen que sus pétalos tienen forma de labios y el labelo de clítoris. Tú tienes la última palabra.
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Es cierto que etimológicamente la palabra orquídea significa "testículos". Por las raíces de la orquídea "satiriones" (Platanthera bifolia) y la orquídea lagarto (Himantoglossum hircinum). La mayoría de las personas son bastante conscientes de sus flores, que asocian con la forma de la vagina.
Platanthera bifolia
Raíz de Platanthera bifolia, parecida a los testículos. Fuente:
Ya hemos hablado del curioso hecho de que sus flores tengan una forma tan caprichosa. Pero, ¿es cierto que nos gustan las orquídeas por su parecido con los órganos reproductores?
¿Por qué nos gustan tanto las orquídeas?
Estoy de acuerdo en que hay flores de orquídeas que tienen estas formas similares a las estructuras de los órganos reproductores. Pero, ¿es esta similitud suficiente para generar atracción? Hay otras cosas en la naturaleza que, si usamos nuestra imaginación, también podríamos encontrar similitudes. Y no es por eso que los encontramos atractivos.
Así que debe haber algo más. Algo que hace que nos gusten tanto.
En mi búsqueda (interna). He llegado a pensar que tal vez sea porque estas plantas son más delicadas que otras. Me explico, las orquídeas requieren una atención especial, hay que dedicarles tiempo. Hay que cuidarlos bien, observarlos todos los días, darles suficiente agua, colocarlos en el sustrato adecuado. En definitiva, sólo una persona con un nivel de responsabilidad suficiente sería capaz de cuidarlos como se merecen. Son plantas que hay que respetar.
Para tener el nivel de responsabilidad que he mencionado en el párrafo anterior, hay que tener un alto nivel de compromiso. No cualquiera puede prestar suficiente atención a una planta. De este compromiso y responsabilidad surge la atracción. Somos nosotros quienes les damos el valor que merecen. Somos nosotros quienes observamos religiosamente cada detalle de nuestra hermosa orquídea. Nos aseguramos de que esté en perfecto estado. Y cuando menos lo esperamos, la orquídea florece en todo su esplendor, cautivándonos aún más. La orquídea está agradecida y nos demuestra que ha apreciado todos nuestros esfuerzos y que todo lo que hacemos por ella merece la pena
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