ORQUIDEA PHALEANOPSIS
La exótica orquídea Phalaenopsis (u orquídea polilla), originaria únicamente de las regiones tropicales de Asia y Australia, es más conocida por alegrar los espacios interiores de los jardineros estadounidenses. Sin embargo, con varios cientos de géneros diferentes y miles de especies de orquídeas entre las que elegir, el género Phalaenopsis sigue siendo el más popular. Esta orquídea es especialmente adecuada para los cultivadores principiantes. Si se cultivan en interiores, las orquídeas Phalaenopsis no son caprichosas y, en las condiciones adecuadas, le recompensarán con vistosas flores durante meses. Esta planta de hojas gruesas y elegantes aparece en muchas revistas de diseño y se encuentra en mesas de café y escritorios de toda América.
Las orquídeas Phalaenopsis crecen en los troncos y ramas de los árboles en entornos tropicales. Por lo tanto, al cultivarlas como plantas de interior en macetas, lo mejor es imitar estas condiciones. Para que el crecimiento sea exitoso hay que encontrar el equilibrio adecuado entre humedad, temperatura, luz y flujo de aire.
Los tallos florales de estas orquídeas se desarrollan a partir de las uniones de las hojas, o axilas, y a menudo llevan múltiples capullos, que pueden florecer durante un mes o más si se cuidan adecuadamente. Las flores, de larga duración, se sitúan en ramas arqueadas y se abren sucesivamente. Una sola espiga floral de varias ramas puede tener más de 20 flores y las flores individuales pueden durar semanas.
Las orquídeas Phalaenopsis sólo son resistentes en las zonas 10 a 12 y rara vez se ven crecer en el territorio continental de Estados Unidos, aparte del extremo sur de Florida. Las condiciones ideales para el exterior deben ser cálidas y húmedas durante todo el año, pero no húmedas ni empapadas, y el lugar de cultivo debe ser sombreado pero luminoso (sin sol directo).
Una buena luz es necesaria para el cultivo de la Phalaenopsis, pero la luz solar directa quema las hojas. Durante el invierno, sin embargo, puede colocar la orquídea en una ventana orientada al sur o al este que goce de luz directa. Rote la orquídea de vez en cuando para mantener su crecimiento uniforme. También puedes colocarla bajo una lámpara de cultivo común, colocando las flores a unos 30 cm por debajo de la luz.
Una planta correctamente iluminada producirá hojas de color verde claro. La falta de luz produce hojas de color verde oscuro, mientras que el exceso de luz provoca un tinte rosado o rojizo en los bordes de las hojas, que acaban por volverse amarillas.
Comentarios
Publicar un comentario